23 mayo 2007

Die Heurigen

Un Heuriger es un típico local austriaco donde se sirve vino, normalmente del año, y cuyos propietarios son viticultores. No en vano heurig significa "este año". Está sometido a una legislación específica, que indica que, entre otras cosas, el vino servido ha de ser de cosecha propia y limita sus épocas y horarios de apertura. Unas ramas colocadas sobre la puerta indican que está abiuerto, dando la bienvenida a los clientes. Tras cruzar la puerta se llega a un patio donde están las mesas y donde se sientan los clientes para pasar una tarde de vinos.

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Antiguamente cada cual se llevaba su propia comida de casa, y se limitaba a beber el vino que allí se servía, pero ahora se puede adquirir en el local a precios muy económicos. Esto produce la particularidad de que la bebida se sirve en la mesa y una camarera en traje regional te trae la cuenta al final, mientras que, para adquirir comida, hay que ir dentro, donde hay una especie de bufé, y pagarla allí en el momento, para sacártela tú mismo a tu mesa. Pedir vino con Almdudler, y entrar a por Schnitzel, Schweinsbraten y ensalada de patatas, no es, en ningún caso, una mala idea. Por el contrario, pedir una cerveza o un cubata, sí lo es: no tienen.

En ocasiones hay músicos interpretando temas típicos con acordeón y guitarra cuya temática principal suele ser... ¡el vino!, y no está de más darles una propinilla. No son dulzainas y tamboriles, pero los chavales le ponen ganas.

En un Heuriger en NußdorfEn los alrededores de los bosques de Viena, junto al Danubio -que más que azul, como en el waltz, es tirando a verdoso-, aparte de unos parajes naturales envidiables, hay infinidad de Heurigen donde reposar tras una caminata. En Nußdorf, por ejemplo, puedes tomarte unos vinillos enfrente de algunas de las casas de Beethoven, (entonces lo del alquiler sí que debía ser precario de cojones). Tal vez, hace dos siglos, el bueno del viejo Ludwig Van, en una de estas mesas concibió alguna de sus sinfonías, inspirado por los caldos de los viñedos vieneses, ¡quién sabe! Lo que es seguro es que que si no fue la inspiración para una de sus grandes obras, lo que sin duda pudo encontrar aquí es lo que los de la tierra llaman Gemütlichkeit.



Prost!

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21 mayo 2007

The Kids Are Alright!



Pues sí, el otro día tocaron dos de estos chavalitos ingleses, que por lo visto deben ser unas promesas en un local madrileño llamado Palacio de los Deportes, y por no hacerles el feo, allí que me presenté.

La verdad es que el año pasado me gustaron más, pero eso no quita que fuese un conciertazo con todas las de la ley. Entusiasmaron con un montón de temas clásicos y dieron el tostón con alguno nuevo. Los técnicos, al nivel esperado en este país: tercermundistas. A la segunda canción se quedaron sin sonido, en la pantalla grande se pudo ver por momentos una pantalla de MS Windows (tm) y finalmente, hubo un bis con lo de dejar el auditorio sin sonido. Para el que no esté al corriente, las entradas más baratas eran a 45€.

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Eso sí, los señores Pete Townshend y Roger Daltrey, genio y figura. El que hizo las veces del difunto Keith Moon fue Zak Starkey, hijo del beatle Ringo Starr y Pino Palladino al también muerto John Entwistle. Además, Simon Townshend, hermano de Pete y el teclista John Bundrick.

En mi opinión, uno de los mejores momentos fue cuando hicieron una revisión reducida de la ópera rock Quadrophenia. Substitute, que previsiblemente no iban a tocar, fue otra de mis favoritas. My Generation, que podía haber hecho estallar el auditorio, bastante floja. Los temas acústicos de Pete, para el que le gusten.

Se juntaron allí tres generaciones de rockeros que coreaban al unísono himnos como Who Are You -aunque sospecho que a más de uno de los que se veía con la camiseta comprada el mismo día le sonaba de la sintonía de la serie CSI-, que estuvo coreando el público casi cinco minutos cuando paró la música.

Tremendo. Después fiesta afterwho en La Vaca Austera, y después al Y'asta, donde, por cierto, encontré seguntinos que también estuvieron disfrutando de los chicos de Shepherd's Bush.

Esperemos que se cumplan las previsiones y vuelvan para interpretar, como se rumorea, el doble LP Quadrophenia.



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